miércoles, 30 de octubre de 2013

Los modelo de negocios: retos, innovación y cambio

En nuestra época nos enfrentamos a obstáculos cada vez más retadores, para ser exitosos en los emprendimientos que realizamos, o para garantizar mantener la senda de crecimiento en el logro de nuestras metas.

Cuando los obstáculos comienzan a incrementarse, ya sea porque no estamos logrando con la misma facilidad que demanden nuestros productos o servicios; ya porque nuestra ventaja pasada, asegurada por mejores precios, ha desaparecido pues la competencia los ha igualado e incluso muchas veces los mejora; ya porque las innovaciones tecnológicas han lanzado productos que superan la calidad, permitiéndoles incluso ofrecerlos no solo a mejor precio, sino con mucho mayor rentabilidad y volumen de ingresos; ya porque nos hemos quedado atrás con nuestra oferta, por falta de capital, personal innovador y la ausencia de productos atractivos... en fin, ya sea por alguno, todos u otros factores, estamos en un momento crítico en el que tenemos que tomar decisiones para cambiar nuestro modelo de negocios o servicios.

Para muchos es conocida la famosa expresión schumpeteriana "Destrucción Creativa", del economista austríaco Joseph Schumpeter (1883-1950) para referirse a la esencia misma del capitalismo como fuerza dinámica, no estática, y por tanto fuente del emprendurismo, la innovación y evolución de nuestra economía.  

Sin embargo, es oportuno señalar el famoso Teorema de Coase, que le valió al recién fallecido abogado Ronald Coase (1910-2013) el premio Nóbel de Economía en 1991, quién formuló en el año 1960 en un artículo The problem of the social cost (El problema del costo social),  ya planteado en 1937 en The Nature of the Firm (Naturaleza de las Empresas, las bases del Análisis Económico del Derecho.   Trataré de sintetizarlo en castellano: las patentes pierden valor en la medida en que cada vez mayor competidores participan y desarrollan el producto, hasta un punto en que al propietario y a la sociedad le sale mucho más costoso reclamar el pago por su uso, en comparación con lo que recibirá.   De este se deriva que en un mercado competitivo, los costos de transacción para el intercambio económico tienden a cero.

Si utilizáramos un ejemplo y dijéramos que tenemos un proveedor de cocos que tiene los precios más bajos del mercado pero lo entrega entero, y con el tiempo encontráramos otro incluso más costoso pero que entrega el agua y la corteza preparados como un producto terminado, el costo de cambiar de un proveedor a otro tendería a cero, por los ahorros que se derivan del cambio.    De esta forma, siempre habrá oportunidad de conseguir precios más bajos, en un mercado competitivo y dinámico ya sea por la terminación que brinda al servicio, la puntualidad, responsabilidad y forma en que se ofrece.   Y esto no se detiene, sino que evoluciona, en la medida en que nuevas ideas, tecnologías y gustos entran al mercado.

Por ello las señales de pérdidas de mercado en las empresas, están en función de una reducción de la demanda de sus productos, generando menos ingreso, y por tanto a reducir también los pedidos a sus suplidores.   Es el momento en que las empresas requieren realizar un análisis de su modelo de negocios.

Con el tiempo han evolucionado diferentes herramientas para realizar un análisis crítico sobre el modelo de las empresas, pero me parece fácil de aplicar el famoso Lienzo de Modelo de Negocios (Business Model Canvas) desarrollado por Alexander Osterwalder en el exitoso libro Business Model Generation del mismo nombre.    La idea está inspirada en el libro La Estrategia del Océano Azul de los autores Chan Kim y Renée Maubourgne, y el lienzo estratégico que proponen.

Básicamente Osterwalder, utilizando el Lienzo del Modelo de Negocios plantea nueve bloques para analizar todo negocio, e identificar oportunidades para mejorar innovar, reduciendo sus costos de forma eficiente.    El enfoque planteado en su libro brinda herramientas de análisis, y casos de ejemplo, que permiten redescubrir las fuentes de ingresos, costos, oferta de valor, los canales de servicios, la relación con los clientes, los segmentos de clientes a los que va dirigida la oferta, la infraestructura y los recursos claves sobre la que se apoya, así como los aliados estratégicos.   De esta forma intuitiva, presenta también herramientas para diseñar mejoras que lleven a innovar el modelo y por tanto tener mayores oportunidades en el marco.



Esta metodología va cobrando mayor vigencia en los centros académicos que promueven el emprendurismo (escojan la opción que más gusten: emprendedurismo, empresarialismo, entrepreneurship), la innovación y el cambio como forma de retar los tradicionales modelos de negocios o servicios condenados a reducir su fuerza de mercado, en la medida en que la tecnología y nuevos canales apalancan mayores ventajas competitivas en nuestro entorno.

Las estrategias que se adoptan para reducir costos, e incluso mejorar la calidad, incluyen la contratación de terceros (tercerización o outsourcing) para eliminar departamentos o reducir la velocidad en que se lanzan productos al mercado (time-to-market).